sábado, 28 de febrero de 2015

A mí me das un comienzo y te escribo un puto libro entero. A ti te dan un principio y lo jodes para llegar al final. Por que no eres de los de 'baja que estoy en tu portal' ni de los catorce de febrero. Tu eres más de los de 'no te llamo por que no me da la puta gana' y de los de 'no me trago mi ogullo por que voy de malote' pero ojalá llegue un día una tonta que consiga volverte tonto, y entiendas que es lo que te rompan el corazón más que las medias.

Las cosas al hacerlas, se dicen solas.

"Yo solo quiero que tu insomnio lleve mi nombre, vacilarte a todas horas, ponerte el mundo al revés y que te vuelvas loco de tanto quererme. No quiero que seas mío, ni quiero ser tuya, quiero que seamos nuestros. No te necesito, ni quiero que me necesites, pero quiero que nos hagamos falta. ¿Lo pillas? No quiero que me prometas el cielo, ni un 'para siempre', ni nada de eso. Prefiero los hechos a las palabras. Porque las cosas al hacerlas, se dicen solas."

lunes, 1 de septiembre de 2014

Vive tu exilio como puedas.

No quiero saber cómo me echas de menos, ni cuánto te esfuerzas en sonreír para que no se te note mi ausencia. No me importa que no tengas manera humana de llenar los vacíos que deje al irme, ni que aparezca mi imagen en tu cabeza cada vez que cierra los ojos para intentar dormir. Me da igual seguir siendo el motivo de tu insomnio y que todos tus desconsuelos lleven mi nombre. Por primera vez en mi vida daño ajeno que pueda estar causando me es totalmente indiferente. Es fácil saber el motivo, esta vez yo.no lo elegí, yo intenté quedarme pero tú insistes en desterrarme. Así que ahora, vive tu exilio como puedas. 

sábado, 10 de mayo de 2014



Vacío.
Antes esa palabra me parecía solo un adjetivo simple, para explicar algo en lo que no hay nada.
Cuando el vacío se apoderó de mi alma, deje de considerarlo así.
El vacío me hiela y me hierve. Me deja anonadada frente a un precipicio y sé que jamás detendrá la caída.
Le gusta estar en mí y adora verme sufrir. Ama verme llorar. Me apuñala una y otra vez, y cuando pienso que ha terminado, vuelve a empezar.
Me ha hecho ver que realmente no le importa a nadie, que si me fuera se me superaría fácilmente.
Soy un roto, y cada día me importa menos serlo.
Y sentir, lo que se dice sentir, desde que llegó, solo lo siento a él.
“Y mientras tú sonríes yo me coso mis heridas”.

lunes, 27 de enero de 2014

Pues si esa es la vida, yo no quiero seguir en ella.



Que me parece muy bonito que la gente encuentre el amor y lo muestre al mundo, que esos pequeños corazones griten al silencio que a lo único que tienen miedo es de perder al amor de su vida.
Pero dime que les pasa a aquellos pequeños corazones, a aquello que están en cada esquina, esos pequeños que son perfectos pero sin pulir. Dime que les pasa, ¿se van a pasar la vida buscando al amor de su vida? ¿Viendo cómo todo el mundo es feliz y ellos no? ¿Por qué? ¿Por qué pensaron que encontraban al amor de su vida y fue todo una burda mentira? ¿Por qué pagan ellos los platos rotos, por qué se están cortando ellos recogiendo sus cristales? ¿Y cómo consiguen los causantes de ello seguir con una puta sonrisa en la cara, rompiendo más corazones y encontrando la felicidad? ¿Qué pasa? ¿Qué la vida solo putea a los corazoncitos, a los romanticones que solo buscan ser feliz?
Pues si esa es la vida, yo no quiero seguir en ella.

Pero sin ser bonita.




Y eso es. Levántate una mañana más, así, de esas que dices “hoy nos vamos a olvidar de lo malo” pero claro, es entonces cuando recuerdas lo malo y dime si algún día me he levantado sonriendo y cuantas no lo hice con lágrimas aclamando salida, paso, liberación. ¿Hace cuánto que no las dejas escapar, derramarse? Quizás digan que lo más bonito es la sonrisa de esa persona, el mar calmado, un amanecer que te llene, pero, ¿has experimentado esa sensación que es estar llorando, dejar que cada lágrima haga su escorrentía hasta el suelo o hasta tu piel? Lo más bonito del mundo es lo que mejor te hace sentir, ¿no? Pues quizás soy rara, una empedernida depresiva, una imbécil, pero nadie sabe cómo me siento cuando lo hago. Quizás solo lloré por cosas que van de mal en peor, por mis tonterías y mis rayadas, por falta de palabras o de espacio para más dolor.  Es exasperante esto, ¿sabéis? Estoy aquí, soy una idiota escribiendo paranoias que parecen imposibles para 14 años, pero aquí me veis, como las niñas bonitas que escriben, pero sin ser bonita.

sábado, 7 de diciembre de 2013

No quiero extrañarte, quiero que estés aquí.



¿Para qué engañarme? ¿Para qué decirte que si te vas lo superare?

Claro que lo haré, algún día lo habré superado. Pero no quiero superarlo nunca. Quiero quererte cada minuto. Quiero amarte y que me ames como hasta ahora, incluso más. No quiero empezar de cero, no quiero olvidar lo de atrás. Me quedaré lo bueno, y dejaré lo malo del pasado. No puedo decirte que si es lo mejor para los dos que nuestros caminos se separen, lo asumiré. Porque no es cierto, me hundiré. No sé quién, ni como, ni cuando saldré a flote. Pero prefiero no hundirme. No puedo permitir rendirme, no puedo dejar de intentarlo. No puedo dejar de quererte. No puedo ver cómo te vas, y no darme la vuelta y correr detrás de ti y recuperarte de nuevo.

No quiero extrañarte, quiero que estés aquí.